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 IMPERATIVOS CATEGORICOS DE LA MENTE

Capítulo tomado del libro: “La Esencia de la Ciencia Espiritual”. Anatomía y etiología de las condiciones del mundo moderno. 1946. Original en inglés.

 

Autor: Kut Humi Lal Singh – Kwang Hsih

 

Por supuesto que no debemos creer que el Karma es una predeterminación fatal. Es en verdad absolutamente un mecanismo no determinista, y esto se demuestra mejor por el hecho de que el proceso de "auto-motivación" es dual en implicación y aplicación. El hombre puede recurrir a ello en forma consciente, tanto como mecánicamente, y proceder a lograr su propia superación o mejoramiento.

Karma es la natural secuencia de las cosas, o el denominador común de la ecuación de la Vida, pero no una Ley fatal. Esto se evidencia mejor por el hecho de que la “auto-motivación” nos permite promover nuestras propias transmutaciones o sublimaciones, y también provocar los logros para nuestras más íntimas decisiones en procura de lo mejor. Así pues, no necesitamos creer que el Karma busca la "expiación" o el "auto-martirio". El Karma no impone "pruebas". El Karma no es más que la Ley de retribución y graduación de las condiciones de vida; convierte las causas en efectos, o viceversa, de acuerdo con nuestras necesidades naturales.

Lo tenemos en nuestros mejores designios mentales y en las facultades de selectividad para buscar lo trascendente de las condiciones actuales, o para promover lo mejor de lo que somos capaces de proyectar, soñar o anhelar.

Infortunadamente, los seres humanos prefieren doblegarse a las fantasías complejas y a tendencias malsanas, como si no estuvieran suficientemente contentos con sus insensatos errores corrientes, tales como los ya mencionados, que dan lugar a sus desgracias, enfermedades e infelicidad. Sin embargo, además de los "imperativos mentales" que surgen de lo profundo de la Mente, provocados naturalmente por las comunes acciones y propósitos antinaturales de las personas con mentes incontroladas y no educadas - que constituyen la mayor causa del Karma terrenal - tenemos también los Imponderables Cósmicos, o consecuencias trascendentales.

Los imponderables Cósmicos provienen de nuestra propia carencia de la debida armonía con los Principios Universales y el sentido de la Vida Natural.

Cuando fracasamos en vivir correctamente, como lo propone el Dhamma, provocamos en nosotros condiciones contrarias a los Principios Universales y a los Valores Espirituales, y esto da lugar a ciertas reacciones. Estas reacciones son las que llamamos aquí "imponderables Cósmicos", o las más trascendentales consecuencias Kármicas, que surgen enseguida, y a veces a pesar de las más comunes e inmediatas inferencias Kármicas de carácter puramente biopsicosomático.

La gente se pregunta a menudo por qué están sujetos a toda suerte de miserias, accidentes, enfermedades e infelicidad, o fracasos en sus mejores anhelos. Desde luego, no cuentan con los imponderables. Sin embargo, nada de lo que nos sucede es realmente ajeno a nosotros, ni siquiera los accidentes, los incidentes telúricos que nos afectan, o nuestras más inesperadas derrotas y desgracias. Nosotros participamos realmente en el gran mecanismo de la Vida Universal, como una parte integrante del Cosmos, y esto nos hace vivir como participantes orgánicos en los designios Cósmicos. Es por ello que tenemos que sufrir a causa de nuestra conducta negativa en relación con el Universo entero, además de las consecuencias de nuestros contactos erróneos en lo atinente a lo Cósmico. Por consiguiente, somos afectados trágicamente por nuestra forma de vivir inicua y destructora, con las consecuencias perjudiciales inmediatas que son obvias, tanto como en sutiles formas de significación espiritual que son tan difíciles de entender para el común de las personas. Sin embargo, estos imponderables son indiscutibles, aún si son atribuidos a la "Providencia" o a "Dios" por la gente ignorante.

Podemos no entenderlo, pero ellos se estimulan a sí mismos hacia contactos más íntimos con las fuerzas internas de la vida en la naturaleza. Nuestras faltas comunes de cada día pueden no aparecer importantes para nosotros, pero verdaderamente lo son, puesto que nos dispone o predispone en la vida, de la misma manera que produce consecuencias de incuestionable significancia.

Los imponderables de la vida son generalmente desconcertantes, porque no se comprenden. No obstante, nada es misterioso en toda la vida, excepto a causa de nuestra propia ignorancia. Los imponderables nos afectan, porque nos disponemos o predisponemos a nosotros mismos de una manera correspondiente a través de nuestros actos, pensamientos y actitudes. En la línea de los imponderables podemos considerar todos los accidentes, todos los grandes fracasos, nuestras penas de amor, todos los sucesos de carácter trascendental y en general los eventos que nos rodean y que afectan profundamente nuestra vida. Esto, por supuesto, son solamente consecuencias trascendentales de los karmas menores antes referidos que resultan igualmente trágicas y angustiantes.

Con todo, los seres humanos no parecen tener bastante con estas complicaciones, y raras veces - si acaso alguna vez - hacen algo para contrarrestarlas, o para provocar mejores condiciones. Soportan las tragedias que les sobrevienen con disgusto y rudeza, culpando de ellas no a sí mismos, como debiera ser, sino a su propio Dios!. Pero esto hubo de ser amplificado por la gente, a tal punto que tontamente crean imponderables artificiales de su cuño para precaverse de caer en algún tipo de pena edénica, como si los tiempos pastorales fuesen odiosos, y como si las latitudes de la moral debieran ser evitadas.

Algún día serán dadas respuestas claras, profundas, definitivas a un cierto número de ostensibles absurdos y fanáticos designios humanos, y entonces, desde luego, sólo entonces, los correspondientes imponderables serán desterrados de este mundo. En verdad ¿Por qué la gente prefiere vivir en ciudades artificiales en lugar de las naturales bendiciones de la vida íntima con la Naturaleza? ¿Por qué la gente se adhiere al crudo sistema de mutua explotación, cual es la sociedad moderna y su economía? ¿Por qué la gente estúpidamente continúa proliferando con el sistema monetario actual, que es el peor sistema de explotación de la humanidad por los acuñadores de moneda? ¿Cómo es posible que a Dios se le mantenga como hacedor, dueño y gobernante de la vida en general, y todavía haya tanta imperfección y miseria por todas partes, y por qué tantos Ministros y Sacerdotes que Lo representan, sin evitar de modo alguno el incremento de los males terrenales, las guerras, los vicios y la ignorancia? ¿Por qué el Estado, que está pronto para obligar a los individuos a defenderlo y apoyarlo en caso de guerra, no les otorga gratuitamente la salud, cultura y felicidad que ellos han fallado en alcanzar? ¿Por qué no son prohibidos el terrible veneno del tabaco, café, el smog producido por las maquinarias y fábricas y el gas de monóxido de carbono de los motores, que afectan la salud humana tanto como el equilibrio mental y las disposiciones morales del hombre? ¿Por qué son tolerados de alguna manera y no condenados por los higienistas, dietistas y predicadores religiosos todos los alimentos enlatados y procesados artificialmente, y todas las formaciones de secreciones ácidas, bacteriales, productos putrefactos, como la carne, huevos, y productos animales que consiguientemente constituyen efectos venenosos o degenerativos en nuestro organismo? ¿Por qué se incurre en la indulgencia sexual por razones diferentes a la procreación y la sublimación biogenética? ¿Por qué no se controla sabiamente la procreación por medio de un Código de salud biopsicológico? ¿Por qué son tan inevitables las guerras a la sociedad humana en las actuales generaciones? ¿Por qué se alardea tanto de la libertad y no obstante se la niega tanto a los pueblos más débiles por las gentes más resueltas, altaneras, temerarias y moralmente insolventes? ¿Por qué los hombres luchan y asesinan a causa de sus ideales, y sin embargo fracasan al no vivir a la altura de los mismos? ¿Por qué los hombres tienen que crear Dioses a su propia hechura, pretendiendo ser fieles creyentes de Dios, y no obstante actúan mañosamente, furiosamente y desfachatadamente cual demonios sueltos? ¿Por qué la gente que pretende amar a las aves las aprisionan en jaulas de por vida, y cuando aman las flores las cortan; o es que el hombre simplemente tiene que dañar y destruir lo que ama o imponer una servidumbre o domesticación doquiera y cuando así lo desee, simplemente para satisfacer su grosera inclinación por el egoísmo, codicia y posesiones lascivas? ¿Por qué se debe permitir a los médicos interferir con la naturaleza del cuerpo con elementos materiales cuando son incapaces de curar con su Mente? ¿Por qué todas las religiones o sus prelados y seguidores pretenden servir a un mismo Dios y promoverlos como propósitos morales y sin embargo no suscriben una Religión Universal que uniría a toda la Humanidad en un Reino Espiritual común, o Paternidad de Dios? ¿Por qué la prostitución, el crimen, el nacionalismo, el engaño, el odio, la codicia, la lujuria, es tan común en la gente que se jacta de su superioridad "racial" y hegemonía "religiosa" sobre las personas que creen en forma diferente, mientras que estos "colonizables" así llamados paganos y seguidores del demonio manifiestan un increíble poco aprecio por lo ilegal y de baja mentalidad, además de imperceptibles condiciones de vicio, abyección y moralidad infructuosas? ¿Por qué se aborrece tanto al sexo y se refiere a él vergonzosamente, cuando aquellos que más lo condenan y denuncian son quienes más mórbidamente sucumben a sus embrujos y magia? ¿Por qué Dios debe tener Ministros tan ignorantes y retrasados mentales, y por qué Dios Todopoderoso no toma sus asuntos en sus propias manos? ¿Por qué los seres humanos caen corrientemente en la trampa de su propio egoísmo, tratando de "poseer" lo que aman, desean o quieren, solamente para convertirse en víctimas y "poseídos"?