PROPUESTAS  VITALES PARA LOS CRISTIANOS


Muchas personas se enorgullecen en ser cristianas, y la mayoría de ellos no cambiaría su religión por nada en el entero universo. De hecho ellos creen que algo no-cristiano es puramente y absolutamente diabólico, brujería o monstruosidad infernal. No obstante, muy pocos cristianos comprenden lo que realmente debe caracterizar a un cristiano, o lo que hace a un genuino cristiano.

Para empezar, ser un auténtico cristiano significa ser un discípulo de Cristo, una persona que vive según Sus enseñanzas, principios y requerimientos, aprendiendo directamente de la dignidad de Cristo lo que significa lograr la condición Crística.

Tampoco está determinada la condición de ser cristiano por, o dependiente de: 1. Haber sido bautizado, 2. Adherirse a una iglesia, 3. Afirmar fe y amor, 4. Admitir la redención (Salvación), y 5. Creencia estricta en los Santos Evangelios. Absolutamente NO, porque nuestro Señor Cristo expresó por sobre todo que: El amor y la rectitud están por encima de la fe, las acciones buenas son mejores que las oraciones, y que BUSQUEMOS PRIMERO EL REINO DE DIOS (dentro de nosotros). Él también declaró que NOSOTROS SOMOS EL TEMPLO DEL DIOS VIVIENTE, no que nosotros debemos atender lugares externos de culto o construir iglesias de piedra. La genuina Iglesia de Cristo es Espiritual, no una legión de almas fervorosas amontonadas alrededor de sacerdotes. Más aún,  Él solo era un Alto Sacerdote después de MelchiTsedeq, y por ello Él revistió poderes, o comunicó autoridad Divina y virtudes en Sus verdaderos Discípulos, pero Sus verdaderos Discípulos no fueron los Apóstoles, que Lo negaron y abandonaron.

El Bautismo de nuestro Señor Cristo era "en el Espíritu Santo", no de agua como lo proclama los Santos Evangelios. Entre los antiguos Esenios, el agua es el símbolo del Espíritu Santo. Ser realmente cristiano, por consiguiente, es permanecer "en la verdad", o sea "en el Espíritu Santo" y vivir sólo "por" y "para" el Espíritu Santo.

La condición Crística o asimilación a Cristo no está en la "fe", o "en los Evangelios", sino más bien, en nuestro Señor Cristo, Jesús de Nazaret, nacido en el conglomerado Esenio en Belén.

Si debemos creer en las Santas Escrituras, por qué no referirnos a las afirmaciones de los Gnósticos Esenios que las reducen a simples productos de la fantasía y esfuerzos sectarios. Bada Sinhal el gran Esenio del primer siglo de la cristiandad (35 a.c. - 58 e.c.) dice: "Sabemos la auténtica verdad. Aquéllos que demandan que todo está escrito en los Libros Santos parecen olvidarse que Dios no escribe en algunas formas humanas especiales, sino más bien, en términos de verdad universal, y Su escritura está por todas partes, para ser vista y comprendida por todos los sabios de todas las edades".  En otra parte él dice de nuevo: "Cristo es el principio Divino de Hombre que sólo necesita ser reconocido y expresado. Cristo nace en nosotros. Cristo muere cuando pecamos y negamos o Lo olvidamos". En las Escrituras tampoco está expresado que Cristo proclamó "usted investiga las escrituras, porque usted piensa que en ellas usted tiene la vida eterna.  Ellos dan testimonio de mí, sin embargo rehúsan venir a mí donde pueden tener la vida".  ¿Por qué, entonces, contar tanto con las escrituras y fe, u ortodoxias?

¿Ahora si cientos de diferentes iglesias cristianas independientes pueden bautizar en su redil a las personas como "cristianos" , cómo pueden ellos "Bautizar en Cristo"?  Cómo, en verdad, pueden ellos Bautizar en lugar de Cristo? Sólo Cristo puede cristianizar, de la misma manera en que sólo el agua puede mojar a las personas o sólo el fuego puede quemarlas. Los cristianos genuinos son, exclusivamente, aquéllos que "son y viven en Cristo", incluso si ellos no creen en Él. Pero la simple creencia en Cristo no significa nada en absoluto, si seguimos siendo pícaros y criminales y brutos en el corazón.

Nadie puede ser superior a Cristo, y ciertamente ninguna "iglesia", doctrina, servidumbre, regimentación, ritual, ley, artificios, o sacerdote podrían ser de forma alguna Su igual o Su sustituto. NINGUNA autoridad o dogma cualquiera puede ser de forma alguna superior a Cristo. En cuanto al clero, puede ser sólo representativo de lo mejor entre los Discípulos, pero no una clase privilegiada, o representante de Cristo.

El principio o verdad fundamental de Cristo sólo se hace evidente a través de las funciones de Cristo. La verdad no radica en la doctrina, cultos y clamores, sino, más bien, en la operatividad de las Leyes Divinas y principios.

Absolutamente no pueden ser la Iglesia de Cristo, o incluso la verdadera Iglesia de Cristo ningún grupo de personas que demandan ser cristianos y se estructuran contra otros grupos que formulan demandas idénticas, porque Cristo es UNO e indivisible, universal, y siempre efectivo, la única posible "cuna de la verdad" para los genuinos cristianos.

La moralidad como Cristo la ejemplarizó es la única vara de medir por medio de la cual podemos juzgar a un cristiano. Los pecadores, consecuentemente, pierden sus derechos como cristianos.

Los verdaderos cristianos viven en Cristo. Por consiguiente, son reales ciudadanos del mundo e hijos de Dios, y su responsabilidad radica en el Servicio para Cristo.

El precio de Cristo es vivir a la manera en que Cristo vivió.

PENSAMIENTOS  ORIENTADORES --- ¿"Que tiene de bueno una religión, una fe, una iglesia, una fraternidad, o una filosofía, si no mejoran el carácter humano, ni hace mejores ciudadanos del mundo a las personas, ni erradica vicios, ni previene a sus seguidores del  vicio, la crueldad y la mentira? --- Algunos megalómanos condenarán prontamente la idolatría, pero sólo para esperar que otras personas les rindan culto a ellos ..... "Un "dios" sectario está siempre al servicio de sus creadores sectarios y adoradores, porque las sectas necesitan una misteriosa fantasía a fin sobrevivir y mantenerse firmes y fuertes.  K.H.