alas alianza color

FUNDAMENTOS

La ALIANZA UNIVERSAL CULTURAL, HUMANISTA, RELIGIOSA Y ESPIRITUAL PARA LOS TIEMPOS MODERNOS constituye ante todo un movimiento mundial de la Humanidad, Unida por lazos de genuina Comunión Espiritual, franca amistad e incondicional solidaridad fraternal entre los hombres de cultura bien definida, de sentimientos humanistas inconfundibles y de ideales de indiscutible nobleza.

El mundo necesita indefectiblemente una organización de ésta especie que sirva fundamental y primordialmente de puente y unión, por así decir, para facilitar la vida a las gentes de distintas características raciales, de diferente fe o de condiciones culturales y sociales propias y desiguales, y lograr dentro de la medida posible una expresión de vida civilizada ordenada, pacífica, hermanada y de mutuo beneficio.

El curso de la historia es harto revelador de condiciones que marcan con características trágicas la falta de comprensión, así como de armonía y mutuo respeto entre los hombres y las colectividades. Es más, las guerras se suceden, nacen y prosperan para luego fenecer los grandes imperios, pero la humanidad no parece aprovechar mucho las lecciones dramáticas del pasado, ya que siempre incurre en los mismos trágicos errores y no acierta a resolver de manera inteligente los problemas del mundo, ni hacer la vida llevadera. Ni las guerras han resuelto jamás los problemas que presumían atacar, ni los odios y otras formas de violencia nunca lograron tampoco crear un sistema de vida, una civilización a base de moralidad auténtica y de indiscutible espiritualidad, o sea haciendo prevalecer los ideales dignificantes del hombre por encima de las bajas pasiones y los intereses mezquinos de los individuos o de las colectividades.

La ALIANZA UNIVERSAL CULTURAL, HUMANISTA, RELIGIOSA Y ESPIRITUAL PARA LOS TIEMPOS MODERNOS (También conocida como ALIANZA RELIGIOSA UNIVERSAL), pese a su nombre, ni es una Religión ni tiene aspiraciones a devenir un poderío religioso super-natural o absoluto, por cuanto constituye una Confederación a la vez que una Cooperativa y Comunidad de gente religiosa y de organismos religiosos, a escala universal, cuya aspiración primordial y empeño único consiste en procurar que tanto las colectividades como los individuos en referencia se comporten y vivan de acuerdo con las mejores proposiciones y las más dignificantes proyecciones de su Religión o Fe, de su Fraternidad o Filosofía. Si el Reino Divino está hecho de realizaciones espirituales, o si es la resultante de la aplicación de las Leyes fundamentales de la vida, y otra vez si se considera que la hermandad, la amistad, los sentimientos nobles, la conciencia humana, la dignidad de la personalidad humana, los ideales edificantes, y por fin la sapiencia y la vida pura constituyen fundamentos sacrosantos de la naturaleza humana, entonces no cabe la menor duda de que las finalidades de la ALIANZA UNIVERSAL CULTURAL, HUMANISTA, RELIGIOSA Y ESPIRITUAL PARA LOS TIEMPOS MODERNOS responden a los mejores designios posibles de nuestra especie. Es más, este Reino Divino, tan prometido y promovido por los fundadores de todas las grandes Religiones y Filosofías de las edades pretéritas, para ser una realidad indiscutible, no necesita ser precisamente una Religión o una Filosofía, sino más bien una noble dinámica de carácter idealista y espiritual que de veras logre resolver los problemas que afectan al hombre y que hoy por hoy aún dividen y ensangrentan al mundo.

CONSTITUCIÓN

La ALIANZA UNIVERSAL CULTURAL, HUMANISTA, RELIGIOSA Y ESPIRITUAL PARA LOS TIEMPOS MODERNOS es, primordialmente, una Hermandad-Cooperativa-Comunidad de gente religiosa, fraternal, filosófica y espiritual. Constituye el sector idealista, humanista y trascendentalista de la HUMANIDAD, Ciudadanos del Mundo unidos por lazos eternos de nobles sentimientos y de sagrados principios espirituales.

Los Miembros de la ALIANZA UNIVERSAL CULTURAL, HUMANISTA, RELIGIOSA Y ESPIRITUAL PARA LOS TIEMPOS MODERNOS son libres  por necesidad y por obligación, en conciencia y dignidad, y se comportan como hermanos y por tanto cooperan al mutuo bienestar así como a la felicidad posible por encima de toda clase de prejuicios raciales, religiosos, sociales o nacionalistas, ya que pertenecen a la Gran Familia Universal.