Así es Telepathy, el chip cerebral de Elon Musk

Esta tecnología ya se insertó por primera vez en un ser humano, lo anunció la empresa Neuralink. Así funciona.

Por: Daniela R. Gómez I. 10/02/2024. Periódico El Colombiano. https://www.elcolombiano.com/tendencias/telepathy-chip-cerebral-implante-exitoso-elon-musk-HH23711035

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El chip Telepathy está conectado a 1.024 electrodos diminutos distribuidos en 64 hilos, no más gruesos que un cabello humano. Foto Getty.

Por primera vez un implante cerebral de Neuralink, la empresa de Elon Musk, insertó su dispositivo en el cerebro de un ser humano. Aunque no entregó suficientes detalles, la compañía lo anunció el 29 de enero a través de un trino de X, confirmando el éxito de la operación en la que se usó un robot quirúrgico que proporcionó una precisión que la mano humana no alcanza al ser tan pequeño.

“Los hilos de nuestro implante son tan finos que la mano humana no puede insertarlos. Nuestro robot ha sido diseñado para insertar de manera confiable y eficiente estos hilos exactamente donde deben estar”, informaron.

Este chip fue bautizado por Elon Musk como Telepathy (Telepatía, en español), pues podría tener múltiples beneficios tanto en el sector médico como en la industria del entretenimiento. “Imagina que Hawking se hubiera podido comunicar más rápido que un mecanógrafo o un subastador. Ese es el objetivo”, escribió Musk para referirse a las particularidades de su chip, que no es el único que se está desarrollando en la actualidad.

Su objetivo a futuro es crear una interfaz cerebro-máquina, para que las personas puedan controlar dispositivos electrónicos como celulares y computadoras simplemente con el pensamiento. Por ahora, el estudio es más limitado y se enfoca en salud: la compañía anunció que los primeros participantes del experimento son aquellos que han perdido el movimiento de sus extremidades, ya que en la parte motora del sistema nervioso esta tecnología ha demostrado resultados exitosos.

Un ejemplo es el caso de Gert-Jan Oskam, un holandés tetrapléjico que volvió a caminar por un implante cerebral y medular que permitió la conexión entre la médula espinal y este órgano, creado por la colombiana Andrea Gálvez como parte de su tesis de doctorado de la Escuela Politécnica Federal de Lausana.

Es por eso que también los primeros usuarios que participarán de este experimento son personas que tienen afectada la parte motora y no pueden caminar ni moverse.

“Los primeros usuarios serán aquellos que han perdido el control de sus extremidades”, afirmó el magnate Musk.

Por ahora, no son muchos más los detalles del éxito de la cirugía o del avance del paciente pero ya comienzan a aparecer datos sobre el chip.

Sobre Telepathy

El chip de Elon Musk sería de los dispositivos más pequeños que actualmente están en desarrollo. Telepathy está conectado a 1.024 electrodos diminutos distribuidos en 64 hilos, no más gruesos que un cabello humano y funcionará con una batería que se puede recargar de forma inalámbrica, así como ocurre con celulares y computadoras.

“El mecanismo será similar a las baterías y cargas inalámbricas que tenemos hoy en día. El cráneo ofrece una resistencia a la conducción pero es una tecnología que puede funcionar”, explica el neurólogo Carlos Andrés Tobón Quintero, médico, doctor en Neurociencias y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia.

Que tenga más de 1.000 electrodos es una ventaja particular de este pequeño chip, porque tendrá mayores resultados en los pacientes.

“Lo que se sabe es que es diminuto, tiene un número importante de electrodos que se insertan en la corteza cerebral para así codificar la información de la corteza y a su vez transmitir señales a dispositivos”, explica Andrés Villegas, coordinador del Neurobanco del Grupo de Neurociencias de Antioquia —GNA—, adscrito a la Facultad de Medicina de la misma institución.

Los especialistas indican que con esta cantidad de electrodos insertados en toda la estructura encefálica pueden registrar actividad de diferentes áreas que permitan una mayor conexión y calidad.

“Esto permitirá que la comunicación, el movimiento y la capacidad de control, nos dé un mayor alcance”, agrega el neurólogo Tobón.

El dispositivo contiene una especie de tapa biocompatible de color blanca sellada herméticamente, resistente; también, una pequeña batería que permite un uso sencillo desde cualquier lugar y una electrónica avanzada de bajo consumo que procesa las señales neuronales y las transmite de manera inalámbrica a una computadora externa, permitiendo enviar y recibir señales.

Los 64 hilos de esta tecnología son flexibles y claves para minimizar el daño durante la implantación. Precisamente, estas cirugías son riesgosas y los médicos consideran que por ahora, sería prudente mantener estos procedimientos en el sector médico y no en el del entretenimiento, porque se podría poner en riesgo la vida de las personas.

“En este procedimiento quirúrgico debemos remover parte de la bóveda craneana para poder acceder al espacio cerebral e implantar el chip. Eso hace que sea susceptible a un daño directo en el sistema nervioso, que son células que no se regeneran”, especificó el neurólogo Tobón.

Existen otros riesgos como infección. Al romper el cráneo hay riesgo de que ingresen agentes patógenos, virus, bacterias, que contaminen el tejido cerebral y esto podría ser un escenario riesgoso.

“Lo que probablemente venga en desarrollo, dependiendo del chip, son quizás métodos de intervención neuroquirúrgica que no sean tan invasivos y que permitan garantizar que estos implantes no serán tan riesgosos. Por ahora sí que lo son”, agregó.

¿Maltrato animal?

Desde hace aproximadamente dos años, la empresa Neuralink está envuelta en una polémica por el uso no ético e irresponsable de animales en sus investigaciones, esto por un reporte de la agencia Reuters de diciembre de 2022 que indicó que la compañía le produjo, con sus ensayos experimentales, la muerte a alrededor de 1.500 animales, entre ellos ovejas, monos y cerdos.

Sin embargo, en julio del año pasado, el Departamento de Agricultura estadounidense, encargado de investigar el bienestar animal en este tipo de proyectos, aseguró no haber encontrado ninguna violanción de las leyes de investigación con animales. Además, el hecho de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobara en mayo de 2023 el uso de estos dispositivos en humanos significa que es un descubrimiento relevante y que va por un buen camino para mejorar la calidad de vida de personas que padecen ciertos tipos de enfermedades.

A pesar de la poca información que se tiene sobre el chip de Neuralink, este tipo de tecnologías traen múltiples beneficios. ¿Cuáles son las bondades de estos chips? Tanto Tobón como Villegas dijeron que podrían ser útiles en diversos diagnósticos médicos como devolverle la marcha a una persona que había perdido el movimiento en sus extremidades, que una persona con discapacidad visual o auditiva pueda ver o escuchar, y también favorece a personas con la enfermedad de Párkinson.

Más adelante, estos chips podrán facilitarle la vida a los seres humanos con la interfaz cerebro-máquina, que es muy viable para los científicos.

“Ya hay adelantos que nos permiten registrar la actividad del cerebro y su intención. Poder interactuar con dispositivos electrónicos creo que es factible por las mismas propiedades eléctricas. Todavía soy reservado de trasladar toda la actividad neural porque hay cosas que no conocemos de la conectividad, de las estructuras que participan, entonces creo que reducir esto a un tema de circuitos es simplista. Pero sí veo viable que podamos interactuar con estos dispositivos con el cerebro, que estos sean insertados o exteriores, dependerá del grado de complejidad de la operación”, asegura Tobón.

Al ser una industria incipiente todavía se desconocen los riesgos éticos, de protección de datos, usos potenciales y la posibilidad de mejorar habilidades cognitivas (por ejemplo, aprender un idioma).

Sin embargo, el neurocientífico Andrés Villegas comentó algunos usos potenciales que pueden ser negativos, pero que aún no se han visto.

“Así como se puede hacer un implante de este tipo para que una persona vuelva a caminar, este tipo de tecnologías podrían llegar a controlar a las personas, las emociones, se puede hacer restricción de comportamiento del ser humano”, explica.

Y agrega que, hasta hace unos pocos años, se pensaba que con este tipo de tecnologías se podrían hacer algunos avances a nivel cerebral, pero los hallazgos científicos actuales han sorprendido a la comunidad expectante.

“Es un paso para lograr cosas muy buenas, pero también hay que tener cuidado. Otro peligro que se me ocurre es que con estos dispositivos se podrían controlar armas”.

De hecho, la Unesco, el 13 de junio de 2023, organizó en París una Conferencia Internacional sobre la Ética de la Neurotecnología para plantear la creación de un marco que proteja y promueva la protección de los derechos y la libertad del ser humano. Allí se concluyó la necesidad de tener este marco para una gobernanza global y así, aprovechar de manera segura el potencial de la neurotecnología y hacer frente a los posibles riesgos.

“Los avances revolucionarios de la neurotecnología ofrecen un potencial sin precedentes. Pero debemos ser conscientes de su impacto negativo si se emplea con fines malintencionados. Por eso debemos actuar ahora para garantizar que no se utilice indebidamente y no amenace a nuestras sociedades y democracias”, dijo Gabriela Ramos, subdirectora General de Ciencias Sociales y Humanas de la Unesco.

Por ahora, la comunidad científica mundial está a la expectativa de que Elon Musk entregue más información sobre el paciente que recibió este primer chip. También, se continuará con el estudio de los riesgos de las neurotecnologías y formas de controlar lo que quizás en algún momento se nos saldrá de las manos.

 

Una mujer recupera la felicidad tras un inédito implante cerebral

En otro caso que se presentó justo esta semana, la estadounidense Amber Pearson, una mujer con trastorno obsesivo compulsivo (TOC) recibió un revolucionario implante cerebral que se está utilizando para tratar tanto su epilepsia como el TOC.

“Estoy realmente presente en mi vida diaria y eso es increíble. Antes, estaba constantemente dentro de mi cabeza preocupándome por mis compulsiones”, declaró a la AFP esta mujer de 34 años.

Los médicos que actuaron en el caso de Pearson le ofrecieron el dispositivo de 32 milímetros para tratar sus ataques epilépticos, confiando en que sería capaz de detectar la actividad que genera esos episodios y enviar una pulsación que permita interferir ante ellos.

Pearson, por ejemplo, solía lavarse las manos hasta que sangraban, aterrorizada por la idea de contaminarse con los objetos cotidianos, ese era uno de los tantos comportamientos provocados por su TOC que por ahora han quedado atrás con este implante.