SITUACION MUNDIAL
Capítulo tomado del libro: “La Esencia de la Ciencia Espiritual”. Anatomía y etiología de la condiciones del mundo moderno. 1946. Original en inglés.
Autor: Kut Humi Lal Singh – Kwang Hsih
Los días actuales son problemáticos, y bien podemos confesar que la confusión imperante, el caos reinante, la supremacía del odio, egoísmo, maldad, intolerancia, violencia y crimen a lo largo del mundo actual, marcan las características del género humano en el presente. Infortunadamente, nuestras Mentes Ennoblecidas están inermes en un mundo con tales demonios, y deben sentirse inquietos. Pero deben estar seguros de que los poderes Espirituales los guían y protegen.
El mundo entero es ahora un campo de batalla de pasiones exaltadas y de audaz ignorancia. ¡El hombre parece estar tan impotente ante su propia flaqueza y tan imposibilitado ante sus fracasos! No se dan cuenta, por supuesto, que son las víctimas de su propia falta de conciencia e insanas inclinaciones. La humanidad no resolverá fácilmente sus problemas en esta carrera de displicencia y debilidades, y ni siquiera una docena de grandes guerras mundiales podrán remediar las condiciones actuales. De hecho, la Organización de Naciones Unidas, que fue proyectada para garantizar la Paz y el Progreso en este mundo del hombre, ha cedido en varias ocasiones a las fuerzas oscuras durante los primeros años de tentativas, condenándose ella misma a un completo fracaso, exponiendo a la humanidad a nuevos arrebatos de masacres en el mundo. De todos modos, esto no requiere de un mínimo de esfuerzo para seres que han sido amamantados y nacidos para odiar, pelear, destruir, explotar y dar salida a la codicia y a la lujuria.
Las personas que no conocen el Dhamma no pueden comprender su importancia. Tratan a los demás con desprecio y son propensos a desacreditar las cualidades de los demás, porque sus mentes funcionan en forma negativa. Destruir es su devoción. Es por eso que tienen que ser celosos, crueles y rudos, siempre dispuestos a deshonrar o destruir, o incluso a martirizar y dominar a otras gentes. Es en verdad difícil comprender cómo gentes de Occidente, que se jactan de sus códigos religiosos y de sus doctrinas, pueden ser, verdaderamente, tan irresponsables en sus modos de vivir. Ellos ingieren venenos que adquieren en las farmacias para evitar penas, y beben cantidades de licor preparados con fuerte alcohol para olvidar sus desgracias; matan cerdos desvalidos, vacunos, ovejas, aves de corral, para alimentarse de sus cadáveres, o para satisfacer su vanidad, y maldicen, difaman o asesinan a sus oponentes en el comercio o en cualquier empresa. Recurrirán a toda clase de cosas antinaturales para alimentarse. Tienen cabarets donde pueden crear placeres y paraísos artificiales. Fuman tabaco, beben café, usan perfumes y, aún, construyen casas que parecen más bien prisiones o sarcófagos que habitaciones adecuadas. No obstante, alardean ser salvados por un Mesías o gobernados por Dios! Esta misma gente puede emprender una guerra mayor una y otra vez, incluso entre ellos mismos ,y se sienten, desde luego, como los "Elegidos" para imponerse sobre otros en el nombre de su propio Dios, o de su propia marca conveniente de Justicia, Libertad, Paz y Democracia. Alguien nos preguntó hace pocos días si lo que pasa a la ONU y el espíritu de la posguerra no era más bien perplejo, o "demoniocracia", y contestamos que aparentemente los ángeles desalojaron esta tierra!