L’ Appel   à   la   Conscience   Humaine
de
L’UNION  DE  SERVICE  UNIVERSEL

Congrès Mondial Permanent et Communauté  Pacifique des hommes libres
Grand Syndicat Coopératif des Peuples Unis

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PARIS  --- Mai                        1948
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Original en Francés

Lo que debemos proclamar como fundamental es que los Verdaderos Valores Espirituales son Eternos y que pertenecen solamente a las almas sanas, equilibradas, bien cultivadas y altamente desarrolladas.

Estas Enseñanzas son para nosotros la Doctrina del Corazón. Esta doctrina del Corazón naturalmente no está destinada a los débiles, a los que se reclinan sobre las ilusiones ni tampoco a los demasiado blandos para resistir las trabas ordinarias del mundo; los que dependen de pensamientos desalentadores o que prefieren habitar en las esferas de las criaturas inferiores no están por cierto preparados ni son capaces de abrazar o de comprender las Enseñanzas Espirituales.

Es nuestra gran meta sostener aquí la Doctrina del ser vibrante, tal cual ha sido enseñada por el Buda Gautama hace más de 2000 años. Es nuestro deber señalar los defectos y los errores, prevenir las caídas y aportar soluciones a los problemas del mundo; y ello necesita un cierto grado de valor y sentido crítico.

Sin embargo, debe ser claramente comprendido que no somos intencionalmente críticos, y que no estamos entusiasmados, de ninguna manera, de tener que corregir defectos, flaquezas y agravios. El mundo entero está perturbado por la confusión, y nuestro deber es mostrar como curar tan numerosos y terribles males. Más aún, si nuestra Atención Espiritual intensa y prolongada, nuestra Ayuda y Protección no se extendiesen sobre la totalidad de la Especie Humana, no se puede decir en cuales extremos se encontraría el mundo, ahora que las gentes tienden a resolver sus diferendos por medios nacidos del odio y de la violencia.

Los acontecimientos mundiales son, en la actualidad, garantes de este criterio, y es el deber de los seres más Iluminados, de los seres con verdadero Corazón de León, encarar los asuntos y resolver todos los problemas.

Hemos perdido completamente la confianza en los planos del mundo y en la “política de poder de los devotos”, y ciertamente no queremos enfrascarnos en designios mundanos, inmiscuirnos en la política, o tomar parte en los frenesís comunes y en los desordenes sociales.

No tenemos ningún problema de ninguna clase con el mundo, por cuanto no dependemos de él y no esperamos encontrar una solución a sus males en los alivios temporales aportados por unos proyectos fantasiosos y unas ideologías no recomendables. Sabemos hasta que punto los problemas sociales dependen de la incertidumbre y de la injusticia económica, en que medida todos los problemas humanos descansan sobre el totalitarismo social y las iniquidades. Comprendemos también que la insuficiencia de cultura depende de los problemas educativos de base, de carácter espiritual.

Sin embargo, aunque nos gustaría resolver estos problemas a nuestra manera, el hecho es de que no hemos sido aún consultados por los sistemas dirigentes, y que la Organización de las Naciones Unidas no ha creído su deber tomar en consideración nuestras proposiciones. Es por ello que nos toca crear separadamente nuestro propio mundo en un Congreso y Comunidad de Hombres Libres. Es por eso que hemos consentido en crear un modelo de Civilización de la Nueva Era bajo la forma de una verdadera Unión de Servicio Espiritual Universal. Somos, por encima de todo, Ciudadanos del Universo, y somos ante todo, fieles a los Valores y  los Poderes Espirituales.

Las condiciones que permiten tomar parte activamente en esta Gran Empresa, como copartícipes, les serán indicadas en cualquier Oficina de la Gran Fraternidad Blanca Universal.

La Gran Fraternidad Universal Blanca está abierta a todas las almas sinceras y a los Corazones Puros, sin miramientos por la creencia religiosa declarada, ni por las tendencias políticas, planes nacionalistas o miras políticas de los individuos concernidos. Sin embargo, los que se adhieren a la Gran Fraternidad Universal Blanca trascienden generalmente los designios de la vida mundana, el sentimentalismo o las ilusiones tradicionales, las convenciones más o menos hipócritas, las fantasías psíquicas y las elaboraciones metafísicas. Queda el hecho de que en la Gran Fraternidad Universal Blanca, se encuentra gente de todas las latitudes geográficas y de todos los grados de despertar de conciencia sin consideración por el status personal o las diferencias de edad, raza o creencia.

Somos conocidos en la historia como los únicos que jamás hemos hecho ni una sola guerra ni hemos provocado ninguna lágrima en nombre de alguien o por alguien.

Es verdad que no tenemos mucha simpatía por las morales y maneras de obrar en Occidente, pero esto es una simple cuestión sicológica, y el día en que todas las naciones quieran establecer una Civilización con derechos iguales para cada uno, con un grado de tolerancia, de comprensión y de fraternidad, si bien guardando sus antiguos principios religiosos y políticos, estaremos entre los más celosos para demostrar nuestra voluntad de Cooperación. Lo que hace falta es el mutuo respeto, la humilde perseverancia en los Principios Morales, la tolerancia para con todos los pueblos según la cual cada uno y todos puedan vivir como lo desean, mientras no se inmiscuyan  en los iguales derechos de los demás, o no se metan en las cuestiones privadas de cada cual. Eso, nos atrevemos a decirlo, es imposible en un mundo de orgullo, de prejuicios, de falsa mansedumbre, y de sensualidad, y en el cual los vicios y la obstinación son aún los motivos dirigentes de la existencia.

El Dominio Espiritual está ahora nítidamente creándose un lugar, por sí mismo, sobre la faz de la tierra. La ONU demostró que era una organización débil, sin alma, sin Carta, interesada no en resolver los problemas del mundo, sino simplemente en explotarlos en provecho de poderosas naciones, inspiradas por una política de fuerza.

La única manera de escapar de esta amenaza del Kali Yuga es crear nuestro propio mundo, y trabajamos ahora en este sentido. Es por eso que la Agharta nunca tomó parte activa en los asuntos del mundo hasta ahora, y sólo se encarga de la pesada tarea de hacer debidamente oír y respetar la Voz Cósmica.

El Universo entero es nuestro dominio, y el Dominio Espiritual nuestro Imperio Indestructible. Los Poderes Espirituales son más potentes que todos los proyectos y elementos del mundo. Un Frente Espiritual está establecido y sabemos que la consigna del momento no es otra que: “O estamos unidos en Comunión Espiritual, o somos vencidos por la crueldad de las fuerzas egoístas y disgregantes del Kali Yuga”.

Nuestra más urgente recomendación en la presente hora es: “Unirse, Meditar, Cooperar”. Compenetrémonos con el deber que afrontamos y esforcémonos en sacar el mejor partido de las circunstancias según nuestra propia Comunidad, como conviene en la entrada de una Nueva Era.

Lo que debería tranquilizar a todos los Servidores de la Verdad y los que respetan la Jerarquía Espiritual del Universo, en lo que concierne a esta Jerarquía y al Plan Espiritual es que, por encima de todo, cada uno y todos los individuos tienen la posibilidad de hacer parte como Gran Dirigente de la Fraternidad Universal Blanca o Aghartha, a condición de que sus méritos sean la Virtud, la Nobleza de Espíritu y el Servicio sincero y desinteresado.

Es verdad que el Mundo camina develando, cotidianamente, Nuevas Verdades, y aumentando el número de buscadores de la Verdad, aunque estén rebasados en cantidad por los parásitos, los egoístas, los sicópatas ilustres y los enemigos de la Luz y del Bienestar del mundo.

La gente no ha aprendido aún a vivir según los Principios más reconocidos o en vista de alcanzar sus ideales. Son aún vacilantes, líricos o fantasiosos en cuanto a sus mejores metas. Sus códigos morales quedan teóricamente respetados, pero apenas puestos en práctica. Se dividen respecto a acontecimientos vitales porque anteponen sus designios egoístas e inconfesados a la dignidad de los Principios del Bienestar General del hombre. La separatividad surge cuando los seres consultan sus intereses egoístas antes que los de la Comunidad. Es por eso que vemos grupos alzarse en contra de otras Comunidades. Todo empieza por un cisma y acaba en la intolerancia, la insolencia y la arrogancia, la prescripción de dogmas absolutos y finalmente por el recurso a la violencia y a la tiranía.

Sin embargo, el solo hecho que establezcan su autonomía con derechos hegemónicos es un insulto y un acto hostil para con todos los demás.

La Civilización Materialista se consumirá precisamente a causa de este mal interior de las presentes instituciones.

La Gran Fraternidad Universal Blanca es la Unidad del Hombre sobre un base Espiritual. 

EL QUE SIRVE

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LA COMUNION ESPIRITUAL” es profunda comprensión y mutuo servicio en fuerza y aspiraciones; es también inspiración hacia la Bondadosa Compasividad para con los demás, y una certidumbre que lo penetra todo, en cuanto a cualidades y a Valores Espirituales, y, en fin, aunque no de menor importancia, ESTAR EN SUS MEJORES FORMAS, INTERIOR y exteriormente, según los mejores principios de su religión, filosofía, o fe, aún estando bajo el apremio y la tortura. Por seguro siento que la Comunión Espiritual existe y que participamos de ella, profundamente, de manera ilimitada. – Pr. OM Lind Schernrezig, Gran Patrón y Garante de la ALIANZA UNIVERSAL.