CÓMO SE FORJA UN NUEVO MUNDO

 

“To be or not to be”  Shakespeare

 

El Americanismo está de moda, y cuando no se pondera el Indo-Americanismo, se pregona el Latino-Americanismo, o el Pan-Americanismo. Muchas gentes se están dando cuenta repentinamente de que están en América o que América existe.

Pero no se ha de lograr gran cosa de esta cacofonía de “americanismos”, que por ser tan múltiples revelan su carácter fraccionario, incidental y hasta dudoso. Hemos dicho en otra ocasión que el Nuevo Mundo no es una ficción de fanáticos, ni tampoco puede evidenciarse o viabilizarse plenamente con cantos a los Andes y mimos alucinatorios a los Indios, menos aun ensalzando las gestas nacionalistas y patrioteras de por aquí y por allá.

El Nuevo Mundo no empezó con la llegada de los Colón, Cortés, Pizarro y Valdivia ni con el Mayflower y otras barcazas llenas de afortunados emigrantes de la infeliz Europa. El Nuevo Mundo tuvo sus inicios con los Quetzalcóatl, los Caciques Arahuacos, Caribes y de Chía, los Incas y en fin esos arquetipos de humanidad que vinieron a poblar las Américas en remotas épocas, dándole un sello Espiritual inequívoco, representado por los Caupolicán, Atahualpa, Moctezuma y Hatuey.

Y nosotros venimos a evocar las grandezas de esta Alma de América con la CULTURA que ofrece la UNIVERSIDAD ESPIRITUAL. No venimos en nombre de determinada raza o sistema religioso u organización política, sino en el del ESPÍRITU UNIVERSAL. Queremos que esto se sepa bien, para que no se nos confunda. Nuestro Americanismo es NATURAL y por el SENTIDO CÓSMICO de nuestra visión. Por eso mismo hemos señalado que nuestro Órgano Oficial, ARIEL, es un vehículo de expresión de Valores que corresponden a una Humanidad Superior, a una ansiadísima Nueva Era.

Queremos dejar bien presente en nuestros lectores que la UNIVERSIDAD ESPIRITUAL es en realidad una confederación de organizaciones espiritualistas, idealistas, culturales, místicas, filosóficas y también de profundísimo sentido religioso, aunque sin fanatismos y ajena a todo dogmatismo y doctrinarismo sectarista o proselítico. Cada organización, por otra parte, mantiene su completa autonomía y funciona según sus propias aspiraciones, pero de acuerdo con los Estatutos Generales de la Institución denominada UNIVERSIDAD ESPIRITUAL, fungiendo entonces como FACULTADES.

La Universidad Espiritual es una institución de índole cultural y Espiritual, exclusivamente, sin carácter religioso o político, y está establecida en muchos países del mundo, con estatutos legales por su debido registro como organismo de Orientación Ideal, de cultivo del carácter y de las cualidades imponderables del ser, y, en fin, como sede educacional de honda y positiva transformación estructural y funcional humana - transformación que significa eliminación del atavismo y del karma a la vez  que mejoramiento sustancial de las facultades del ser, a fin de poder expresar las mejores vivencias íntimas y trascendentales.

La Universidad,­ por lo tanto, amplía todos los conocimientos humanos respecto de la vida en general, y también, de modo excepcional, guía el ser hacia mejores realizaciones y lo prepara al mismo tiempo para descubrir los nexos que lo unan al Infinito Universal y le permite utilizar las energías cósmicas e individuales para satisfacer sus mejores ansias y más paradigmáticas aspiraciones idealistas y Espirituales.

La Universidad Espiritual no es impositiva, no exige juramentos eternos ni arranca promesas fantásticas, aunque sí espera la más completa SINCERIDAD y CONSTANCIA EN EL ESFUERZO de parte de sus adheridos y estudiantes. Además, no es doctrinal; es decir no se basa en teorías y postulaciones todas hechas, que cada adherente debe aprender de memoria y aceptar con ciega fe, a base de asentimiento esclavo. Como institución educacional, posee normas y procedimientos fijos, rigurosos, de honda disciplina cultivadora; pero no hace eunucos idealistas, a quienes se castra de toda iniciativa y fuerza moral propia, que son simples fanáticos de doctrinas insustanciales e inconsistentes. Esta Institución libera al individuo poseyéndole de veras de sus íntimas fuerzas, y haciéndole comprender y sentir el alcance de sus facultades y poderes superiores. Por eso mismo los ilusos, los que gustan ser engañados con ilusiones, promesas y fantásticas ofertas, no tienen cabida entre nosotros, pues ni tenemos procedimientos de engañabobos ni toleramos a las almas débiles o a los corazones vacilantes. Para nosotros, la fuerza moral, mental y Espiritual es algo vigente, vívido, sustancial, trascendente, superlativo y NO TOLERAMOS VENCIDOS DE LA VIDA, fracasados, eternos adoloridos

La Universidad Espiritual se porta garante de las organizaciones que forman parte de ella, como FACULTADES, mientras ellas se conformen al espíritu de orientación, dignificación y superación que postulan sus Estatutos Generales, y los Miembros de estas Facultades participan a las actividades y enseñanzas de la Universidad Espiritual solamente al conformarse con sus condiciones, que son de estudio, disciplina, orden y diligencia, y para ello deben estudiar algún CURSO editado por la Institución.

La Universidad Espiritual, pues, además de ofrecer una orientación ideal, promueve actitudes mentales y una función mística superlativa, además de despertar nuevas facultades y revelar el maravilloso sentido mágico de los poderes de la naturaleza Universal - los cuales permite utilizar a voluntad, y también fija un derrotero y una realización espiritual verdaderos, sin vanas fantasías dogmáticas ni ilusiones doctrinales, ni burdas esperanzas de impotentes, inconscientes y eunucos espirituales.

 Estas son las razones, por otra parte, por las cuales no recomendamos lecturas superfluas. Nuestros CURSOS contienen todo lo indispensable para lograr un alto nivel cultural y conseguir los mejores derroteros y realizaciones asequibles. ¿Por qué pues, perder el tiempo, tan valioso, en lecturas de segunda importancia, o de carácter teórico fantástico, que no siempre se ajusta a la realidad natural ni a las necesidades inmanentes del ser humano?

Por otra parte, la Universidad Espiritual exige constancia y sinceridad, por simple conveniencia propia del estudiante. Este sabrá si quiere de veras una mejor orientación, superarse, y desarrollar mejores facultades y poderes. La medida de su sinceridad lo hará estudiar con ahínco y su constancia le permitirá seguir con paciencia, carácter y firme voluntad, sus ejercicios. No olvidemos esto: nuestros cursos son más prácticos que teóricos, y el progreso del estudiante depende expresamente de sus esfuerzos en la práctica de sus ejercicios, de lo cual ha de resultar una mejor capacidad para la comprensión de sus Lecciones y su mejoramiento o superación en todo sentido.

Cada Lección de nuestros cursos lleva un examen, y todo curso lleva además un EXAMEN FINAL. Tome cuenta debida de esto el estudiante, pues nosotros no buscamos ni queremos adherentes, acólitos o FIELES, que aceptan todo lo que ponderamos y se hacen defensores fanáticos de lo que enseñamos. ¡No! Sólo deben hallar cabida en nuestras filas personas SINCERAS y ávidas de auto-superación, a base de dignidad moral, de logros mentales, de realizaciones Espirituales, y que saben vivir de veras nuestras enseñanzas, gracias a su despertar e intensa vivencia de Conciencia.

Nosotros nos comprometemos a cambiar por completo la personalidad y la vida de cualquier persona. Podemos modificar el atavismo y el karma, anulándolos, y destruir todas las influencias nefastas que pesan sobre el ser, o liquidar todas las condiciones negativas, destructivas y anormales que hincan sus garras hondamente en el individuo, y, en fin, está a nuestro alcance variar por completo el destino de cada cual. y por ese medio el de las colectividades también: pero para ello necesitamos de la Buena Voluntad de los Estudiantes e interferidos, y también debemos contar con el esfuerzo asiduo, paciente y decisivo de los interesados. Todo esto es muy importante, al extremo de que ninguna escuela filosófica ni ningún sistema religioso lo logra, aunque suela prometerlo.

La Universidad Espiritual no impone credos ni priva a nadie de seguir con sus cultos e ideales. Y lo que es más, justificando su incomparable liberalismo y el sagrado sentido de su respeto a la libertad individual, garantiza el más completo éxito en estos asuntos, a todos sus estudiantes, siempre que ellos actúen con sinceridad y dignidad. Nada de esto es realmente difícil, si el interesado es verdaderamente sincero, y si hace los esfuerzos. Nosotros sabremos guiarlos. No reclamamos sino que se nos juzgue por nuestros hechos, y no por las interpretaciones caprichosas o interesadas de OTROS.

 Ensaye usted hoy mismo nuestras enseñanzas transformadoras y encaminadoras, después juzguemos, con imparcialidad. ¡Sabemos que resistimos todos los ácidos de la crítica analítica bien intencionada!

En los momentos actuales de confusión ideológica, descalabros morales, descoyuntamiento de “ismos” y desbarajuste de doctrinas y fracaso de instituciones consagradas, al promoverse un moderno Renacimiento Espiritual, es imperativo buscar nuevos horizontes, y sobre todo tomar seriamente en cuenta las características pregonadas por la Universidad Espiritual, pues de estas enseñanzas ha de emerger la Nueva Era y la Nueva Humanidad del mañana. Los que se ríen de nuestra previsión serán los miserables vencidos del mañana, las víctimas de las circunstancias y de la ignorancia de hoy, que no supieron trascender. Los que no se preparan para vencer, serán los irremediablemente vencidos y atormentados del porvenir.

Se está forjando un nuevo mundo, pero no crea el estudioso lector que se trata de lo que haya de resultar de esa descomunal carnicería humana de la guerra mundial. Con destruir intereses creados e ideologías convencionales, torpedear barcos repletos de niños y mujeres y bombardear ciudades pobladas de almas indefensas, NO SE CAMBIA UN MUNDO. Los cambios que se operan en ciertas esferas del mundo tienen su fundamento en lo más íntimo del ser. Solamente ahí se transformará al ser, el cual a su vez creará un mundo mejor, más digno, más noble, más Espiritual.

Con maderamen viejo no se puede crear un nuevo edificio. Así mismo, el mundo mejor de mañana no se forjará con las pasiones, vanidades, los prejuicios, los errores, las pasiones y la ignorancia que han prevalecido hasta HOY.

HOY mismo ensaye nuestra oferta. Si no quiere inscribirse como Miembro-Estudiante, solicite de todos modos UNA LECCIÓN INICIAL, gratis, al servicio de la Humanidad y la Conciencia Universal.

Los Ángeles California 22 de septiembre de 1940 -

Swami Jñanakanda.

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Tomado del libro: Pr. OM Cherenzi Lind. ¿Oriente u Occidente? O ¿Humanismo o Vitalismo Universal?